lunes, diciembre 03, 2007

FOTO: Tramo costero saliendo al Sur a 40 minutos de Los Vilos. En estas zonas habitan clanes de gnomos. Muchos de ellos han desarrollado habilidades para la navegación.


Hay un pueblo cerca, como a dos horas caminando al sur del valle del Encanto, se llama CAMPO LINDO, está metido en una hondonada y de arriba no ves nada hasta que te acercas al borde. Hay otros pero mas lejos, como Tabalí pero está hacia el río Limarí.
Sabes, en ese valle resumí toda mi estadía en este planeta, es muy, muy loco lo que viví allí, tuve experiencias epifánicas que sobrepasan cualquier fantasía, muy mágico ese lugar. Tuve visiones que jamás habría imaginado, que además están plasmadas en los petroglifos que allí existen. Una vez, me bajó y subió la presión mientras caminaba por un cerrito, hacia el lado oriente del valle, me descompensé y quise tenderme urgentemente en algún lugar, lo primero que apareció eran unas rocas que estaban de tal modo puestas en su lugar que parecía un dormitorio, una roca era un colchón, otra el velador, otra la cómoda y en frente a los pies de la cama una pared con una pictografía en rojo, casi borrada, como ondas de agua, como si alguien hace 4 mil años la hubiese hecho con los dedos. Me tendí en el rocoso colchón y sentí que pasó como un minuto, que estuve con los ojos cerrados, pero lo que sucedió fue algo como una transmisión, un cruce, primero vi un petroglifo del valle donde sale un ser con la cabeza cuadrada bajando de una nave, luego vi a unos seres azules como de dos metros y medio, de piel azul, ojos grandes y rasgos disminuidos, humanoides muy grandes y esbeltos que irradiaban una paz inconmensurable, les ponían la mano en la cabeza a los aborígenes, que eran Molles y les aceleraban la frecuencia y les elevaban el estado de conciencia porque la tierra iba a entrar en una transición. Otros se iban con ellos en las naves, eran los chamanes Molle. En un momento vi a uno de estos seres azules muy cerca de mí y me asusté y me reincorporé.
Esto fue por el año 2003 mas o menos, siempre iba solo a pasear y sentir lo que allí sucedía, recorría el valle de noche, y vencí todos mis temores, los mas básicos. Después supe muchas cosas. En otra ocasión estaba dormido en mi carpa, y soñaba con un gnomo, pero en el sueño estaba despierto, era de día y estaba sentado en la entrada a la carpa. Me estaba contando el significado de mi visión y corroboraba todo lo que intuía: los seres azules eran de Orión, del planeta del medio del cinturón, ese planeta se llama Alnilam y precisamente, de allí vengo. Luego desperté sentado en la entrada de la carpa, era de día.
Después supe todo, los como, los porqué y de que manera, supe por ejemplo, que había entrado a la condensación del plano atómico para ayudar en procesos evolutivos, pero que además traía el conocimiento de los reinos Devas, de los espíritus de la Naturaleza, porque era lo mismo que yo hacía en Alnilam, un planeta muy parecido a la tierra, pero azuloso, de luz azul. Parece el medio carril, pero eso es lo que he vivido. Me empecé a acordar de detalles de las experiencias del Valle del Encanto, después te contaré como se manifestó ante mí el espíritu de un Chamán Molle.

Un abrazo

viernes, noviembre 30, 2007

El arroyo del Valle del Encanto

EPIFANÍA:

EPI, de épico (el cenit de algo, el punto cúlmine, como el principio y final de Carmina Burana de Carl Orf, la culminación grandilocuente y magnánime de algo, cualquier cosa)

FANÍA: algo mágico, fantástico, divertido o trascendental, porque su raíz es Fantasía.

Un Epifánico Silencio a la Hora del Amor

Este término es mas o menos contemporáneo, yo lo empecé a escuchar en "La belleza de Pensar" un programa en donde entrevistaban gente. Cuando hablaban de poesía o de escritores se referían a su inspiración para algo con ese término, pero con el matiz de que ése momento cambió para siempre al ser. Equivale a iluminarse en las tradiciones de oriente.

Te voy a contar una epifanía:

Era una mañana soleada en el Valle del Encanto. Tomé desayuno y me fui caminando por la rivera del arroyo, en un lugar me llamó la atención un grupo de arbustos rastreros con hojas con forma de corazón, verde musgo y con unas vetas verde claro con ondulaciones como las de un cerebro. Eran como siete arbustillos y solo uno estaba plagado de orugas negras con puntos amarillos, supe que esas futuras mariposas tenían conciencia de su alimento y la necesidad de respetar a los otros vegetales. De a poco fui subiendo por la pendiente de un brazo de cerro que se desplegaba hacia el poniente. El sendero era escabroso y, bueno en realidad no había sendero, solo huellas por donde transitan los Gnomos, las vizcachas y los conejos, estas tenues líneas se perdían entre los cactus que habitan ese sector del valle. Empecé a girar hacia la cumbre del cerro y me encontré de pronto siguiendo a una hermosa mariposa negra con puntos amarillos, volaba muy grácil con su contoneo juguetón y yo avanzaba siguiéndola. Me di cuenta que me estaba guiando porque seguía una huella que se dirigía a la cumbre del cerro. Entre subiendo una escalera de cuatro peldaños, en verdad, cuatro rocas que estaban ahí formando la entrada a la cima. Justo al medio de la cumbre había una gran roca partida, en el centro un perfecto rectángulo en donde cabían mis pies juntos, de las cuatro caras del rectángulo salían otras quebraduras que marcaban los cuatro puntos cardinales. Estas quebraduras eran profundas y dividían la roca con la forma descrita.
La mariposa desapareció colina abajo entre los matorrales y me quedé parado observando 360 grados de la amplitud del paisaje que era yo mismo por dentro...
Me senté y encontré un palo dentro de una de las quebraduras, sin pensar comencé a golpear cada trozo de roca como un tambor y, voila! sonaba como tambor. Me entregué a un ritmo que resonaba en mi corazón. No sé cuanto tiempo estuve tocando, cuando súbitamente me detuve al notar que unos pequeños escarabajos se asomaban por las grietas, pero, que criaturas!, jamás había visto unos bichitos como esos y nunca los he visto otra vez. Eran como hojas chiquitas, con color y textura de piedra, eran insectos de piedra!
Se acercaban a mí, contoneando una especie de aura invisible que manaba de mi piel, se detenían y palpaban el aire a dos centímetros de mí. En otro instante había muchos, de variados tamaños, y luego se fueron todos. Se esfumaron por las grietas.
Levanté la vista y otra vez, en un abrir y cerrar de ojos apareció una nube de moscas, pero eran unas moscas muy especiales, grandes como abejorros, todas de colores metálicos muy brillantes, azules, amarillo, verde y bermellón. Zumbaron un rato y de nuevo, como llegaron desaparecieron. A esas alturas esperaba que los cactos empezaran a bailar, pero sucedió la Epifanía:
Un grupo de mariposas negras llegó volando por donde se había perdido mi mariposa guía. Revoloteaban al rededor de mí, y podía oír el chasquido de sus alas. Luego se agruparon y volaron muy juntas y desaparecieron por donde llegaron .....
Una mariposa volvió y oí una voz en mi cabeza que decía; " Soy el espíritu del chamán, a voluntad puedo entrar en la forma, porque lo desee con intensidad, antes de morir, estoy presente porque conozco la Fuente, y vivo en la eternidad"
Esta mariposa dibujó sobre un espacio de arena, a un costado de la roca, el símbolo del infinito, mientras oía ese susurro, como un poema fulminado. Luego desapareció tras los cactus.
Estaba como en un trance, creo que mi mente no razonaba nada. Me desnudé y me acosté en ese espacio de arena fina, el sol me abrazaba con el calor de la mañana y lo que sucedió después es inenarrable...

Mi maestro gnomo Bonguito me habló sobre el sentido de las mariposas. Decía que también son flores que vuelan y que son la más simple expresión de la eternidad de la Deidad. Si por ocho horas miras a una mariposa viva, en ocho horas subes tu frecuencia al punto de asencionar y llevarte el cuerpo contigo.

Esa es una de mis Epifanías

Con cariño para ti

miércoles, noviembre 28, 2007

Los seres elementales están presentes en cada proceso del micromundo orgánico de nuestro cuerpo, no te habías percatado de esto? Sucede a cada instante sin tu concentimiento. Ellos obedecen a la Deidad, que se expande desde el núcleo atómico en el corazón de cada célula. Por esto, si necesitan sanación y alivio, mientras no liberan vuestros propios poderes curativos inherentes, le pueden pedir a los Gnomos que lo realizen.

Es necesario aceptar por el sentimiento su existencia, aunque no los vean, porque para poder verlos, primero, hay que amar lo invisible.

viernes, noviembre 16, 2007

Cuando era niño, veía de manera natural a estos seres. Cohabitabamos juntos y esta experiencia alimento siempre mis ansias de explorar lo inexplorado. Me sentaba en la base de los matorrales del jardín y me quedaba muy quieto, muy silencioso, observando el micro mundo. Después de mucho rato comenzaban a asomarse, pasaban caminando y me observaban y seguían su marcha. Mi gran secreto era que yo sabía que no todos (casi nadie) podían verlos, y que no siempre se podían ver. Esta relación era de respeto mutuo, de silencio y lealtad.
Me salvaron de muchos accidentes. Nos guiaban en nuestras aventuras por los bosques. Siempre, siempre están presentes.

sábado, septiembre 15, 2007


Son parte de la gran inteligencia que gobierna este sistema de mundos. Vibran en frecuencias rápidas, es por ello que no podeis verlos aún. Cada persona tiene seres de los elementos integrados en su fisiología y forma, y en verdad, cada función vital del cuerpo está sostenida por estos seres, porque ellos sirven a LA DEIDAD.





viernes, julio 27, 2007

Poema a los Elementales





Los seres de los elementos obedecen a la voluntad de la Deidad
A todo sentimiento puro
Protegen la inocencia de los niños y niñas del mundo
Acuden al llamado del amor hacia toda vida
a toda expresión de la gran Madre cósmica
Resguardan la pura manifestación de la belleza
Aman la naturaleza
los cuerpos respetados y equilibrados
La felicidad es su ley
por ello celebran la vida
Hacen fiesta a la vida
Sirven a la esencia femenina
Obran en nombre de la pura expansión divina
Realizan la alquimia del sentimiento
Para convertirlos en dádivas gentiles del buen dios
Exaltan la rosa, el fruto maduro, la hoja de otoño
Adoran la existencia de la tierra
Hacen puro el aire que exhalas
Hacen puras las aguas que bebes
Operan la redención de la sustancia
Son la calidez de tu hogar
Ríen con tu risa
Elevan tu condición
Hacen digna tu existencia
Sobrepasan tu limitación
Te aman profundamente
Tal es la expresión de los seres elementales

Benditos sean los Devas
Gratitud eterna

miércoles, marzo 21, 2007

Esta gnomita se llama Ckeleckelte, la persona con la cual se reunió se llama Amalia y es Terapista floral, extrae la esencia de las flores de los cáctus de la cordillera.
Aquí esta la presentación de los pergaminos de los gnomos.

Gnomitos
REALIDAD MÁGICA

La figura que usted ha adquirido es un gnomo de terracota. En su fabricación están presentes los cuatro elementos; Agua y Tierra para el modelado, Aire y Fuego (Sol) para el secado, mas la quinta esencia con la cual el artista lo ha manifestado a la forma. Esta figura es única e irrepetible, tal cual nosotros, con virtudes y cualidades que confiere a quien la acoge. Es un ser del elemento tierra que ha venido a la sustancia y representa un foco de luz y una ventana para la conciencia a universos inexplorados. El artista es un emisario, un artesano Planetario que tiene como misión reunir a las personas con sus gnomos para ampliar sus conciencias. Por medio de la aceptación por el sentimiento, de la existencia de esferas sutiles que coexisten con nuestro mundo de la materia podrás experimentar la magia y llenar tu vida de la alegría y la armonía de las cuales los reinos Dévicos rebosan.
La felicidad es su Ley, la Gratitud hacia la Vida es el poder. Creer y Crear es lo mismo, es el camino a la Unidad.




Franz Lundstedt

sábado, febrero 03, 2007



Una gran transformación tendrá lugar el planeta, maravilloso milagro que habitamos. La GRATITUD es el poder que ayudará en gran medida a la consumación armónica de los eventos geológicos y climáticos. La Gratitud es purificación de la sustancia, es la frecuencia que elevará la materia, ayudará a los seres elementales a llevar su labor de misericordia (Mi-Ser-en-Concordia) con liviandad y plenitud.