En un área de la parcela donde vivo, en Pirque, existe un bosque de pinos. Es un lugar sagrado, calmo y sombrío en los días de verano. Cada vez que paso junto a ellos, los bendigo, les doy las gracias y los abrazo. Estos fenomenales seres conocen todos mis sentimientos, mis aspiraciones y pensamientos y de todos quienes han pasado por allí a lo largo de 100 años. cuando quieras recuperar tu paz, acude al bosque mas cercano, hablales porque serás escuchado. Los gnomos y hadas te oirán también. El tallado en madera es un espiritu de los pinos, una obra de gratitud por la madera que utilizé para la construcción de mi taller.
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